martes, 13 de noviembre de 2018

Los poetas del fútbol



En el mundo del fútbol actual se alaba a los entrenadores resultadistas, esos que, con sus limitaciones, sacan lo máximo a sus jugadores para ganar partidos y lograr sus objetivos. Mientras que a los entrenadores que ven el fútbol como un arte, que plasman sus ideas en el terreno de juego tengan los jugadores que tengan, que por encima del resultado siempre tienen una idea de juego, esos que usan la pelota como su aliado y la quieren retener en todo momento, a esos se les llama “poetas”. Pero no en el sentido positivo de la palabra, sino que han convertido el término en un adjetivo utilizado para menospreciar la labor de estos entrenadores.

En este saco de poetas encontramos a genios de la talla de Johan Cruyff, que convirtió mediante su estilo y su forma peculiar de trabajar como entrenador al FC Barcelona que conocemos hoy en día. El primer gran influyente de la historia dorada del club blaugrana, que hizo historia en 1992 en Wembley consiguiendo la primera Champions del club.

Después llegó Guardiola, su alumno más aventajado. La persona que como jugador vivió de primera mano las lecciones del técnico holandés, y que como entrenador, siendo fiel a una filosofía plenamente cruyffista, alcanzó la gloria futbolística formando el mejor equipo de la historia del fútbol. Ningún equipo nunca ha logrado plasmar en el terreno de juego los ideales futbolísticos más bellos y perfectos de la manera tan eficaz como lo hizo el Barça de Pep Guardiola. 

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Fuente: Mirror

En este contexto histórico llegamos a hoy. Johan Cruyff nos dijo adiós hace más de dos años tras dejar un legado insuperable, tanto de jugador como de entrenador. Pep Guardiola dejó Barcelona tras entrar en el Olimpo del fútbol, y tras varios años conquistando Alemania con el Bayern de Munich, actualmente está haciendo lo propio con el Manchester City, construyendo una identidad futbolística que parecía no casar con el fútbol inglés.

Durante todos esos años, a la sombra y haciendo su trabajo en equipos inferiores, se encuentra Quique Setién. El entrenador cántabro, a pesar de no tener ninguna relación cercana con el FC Barcelona, siempre ha sido un fiel creyente del estilo de juego que antepone el tener el balón a todo lo demás. En un contexto más complicado como es entrenar a equipos como Racing, Lugo, Las Palmas o actualmente el Betis, Setién siempre ha creído en la corriente cruyffista, a pesar de la dificultad que supone realizarlo en equipos que no tienen la dimensión del Barça. Admirable por su parte. 

Fuente: ExtraConfidencial

Ahora solo hay que pedir a Quique Setién que no tenga miedo a que le tachen de poeta. Ningún miedo además. Porque a pesar de que los movimientos mourinhistas y cholistas también han tenido resultado a lo largo de los años, siempre habrá un grupo reducido de gente que creerá en el fútbol como un arte y no como en un siempre juego.

Foto de portada: El Desmarque