viernes, 2 de noviembre de 2018

Review de WWE Crown Jewel

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Cuando pensamos que la WWE no lo puede hacer peor, nos vuelven a sorprender. Una vez más, y convirtiéndose ya en una tónica habitual, la mejor empresa de wrestling del mundo decepciona en una gran cita. Esta vez el escenario ha sido Arabia Saudí, en un PPV que llevaba días cuestionado y criticado por asuntos extradeportivos. Con estos precedentes, la WWE volverá a los Estados Unidos tras embolsarse una cantidad astronómica de dinero y haber tomado las peores decisiones creativas posibles.

Si bien ya sabemos que este tipo de PPVs están cargados de una gran ración de fan service, el cartel no tenía mala pinta e invitaba al optimismo. Una World Cup que podía catapultar la carrera de uno de los participantes, la posibilidad de Strowman de conseguir por fin el campeonato Universal tras la desafortunada renuncia de Reigns y un combate entre cuatro leyendas para concluir el show. Vayamos por partes.

La WWE World Cup cumplió con las expectativas hasta la final. Luchas cortas y no muy elaboradas como era previsible, pero realmente entretenidas. Destacó sobre todo el encuentro entre Rollins y Ziggler, que volvieron a mostrar la enorme química que tienen sobre el ring. El problema llegó en la final del torneo. La WWE tenía la oportunidad de dar a The Miz el gran logro de su carrera, pero no fue así. Si bien todavía está en duda si la decisión fue precipitada e improvisada por la lesión de The Miz, solo se podría entender en el caso de que así fuese. Si de verdad el dar de ganador a Shane McMahon estaba dentro del kayfabe, la WWE volvería a desperdiciar una gran oportunidad, consumando un nuevo ridículo. Demos el beneficio de la duda.

 "La WWE volverá a los Estados Unidos tras embolsarse una cantidad astronómica de dinero y haber tomado las peores decisiones creativas posibles"

Otro tema es el del Campeonato Universal. Brock Lesnar no solo volvió a ganar el Campeonato Universal, sino que humilló a Braun Strowman, dejando su credibilidad por los suelos. Resumiendo, Lesnar recupera el título, pasa por encima de una estrella emergente y de futuro de la compañía y se va a UFC con el campeonato más importante de la actualidad de la WWE. Algo completamente surrealista. El prestigio que le devolvió Reigns desde que lo ganase en SummerSlam, tirado completamente a la basura por volver a dar el título a part-timers. Otra decisión que traerá cola. 


El evento concluyó con el choque de dos de las facciones más legendarias de la historia de la compañía. DX se enfrentaba a Brothers of Destruction, con el aliciente de volver a ver a Shawn Michaels luchar después de su retiro en Wrestlemania 26. Aunque como es obvio el mejor momento de la carrera de estos gladiadores ya pasó, fueron capaces de dar una lucha entretenida, gracias en parte al gran componente sentimental. Los cuatro se lo dejaron todo sobre el ring y fue la única nota positiva de una noche en la que la WWE volvió a tomar decisiones que les perjudicarán a largo plazo.