![]() |
| Adam Silver en una comparecencia. Fuente: Blog de basket |
La NBA en su constante búsqueda de la globalización y la adaptación a los tiempos actuales, tiene previsto hacer una serie de cambios que van a revolucionar la liga, pasando a dejar de ser la competición a la que los más puristas nos hemos acostumbrado durante tantos años. Son nuevas normas que nunca antes se han visto en el deporte estadounidense de máximo nivel, y que tienen el objetivo de modificar el paradigma deportivo actual de un país donde se sienten precursores y diferentes al resto. Ahora, estos cambios en el reglamento van a ser seguro objeto de críticas por muchos aficionados, en su mayoría americanos, que se niegan a aceptar y arrodillarse ante la viabilidad de un modelo como el europeo.
Tras décadas de asentamiento de unas normas que hasta hace un par de semanas parecían inamovibles, la NBA y la Asociación de Jugadores planean implementar cuatro novedosas variantes competitivas. Estas serían la Copa NBA, la reducción de partidos de la temporada regular, los cambios de acceso a playoffs y las posibles finales entre rivales de la misma conferencia. Una revolución nunca vista en la liga americana en los últimos 50 años.
De esta manera, la mejor liga de baloncesto del mundo ya no niega mirar a Europa en busca de ideas novedosas, e incluso podría llegar a adoptar un modelo de competición muy característica del deporte originario del viejo continente. La Copa NBA es posiblemente la idea más novedosa y rompedora de las que se han propuesto, que pretende adoptar el formato de competición corta y eliminación directa que tanto buen resultado da en Europa. En España contamos con la Copa del Rey en la ACB, la que es sin duda uno de los mayores reclamos de los seguidores a lo largo del calendario baloncestístico. Pero, ¿está preparado el aficionado norteamericano a un cambio tan brusco? Personalmente creo que no.
Idiosincrasia americana
El deporte americano es especial y cuenta con una idiosincrasia diferente al resto. Tienen el concepto de franquicias y ligas cerradas muy marcado, donde no existen los ascensos y los descensos. Por ello, la NBA, al igual que el resto de ligas como la NFL, MLB y NHL, ha sido durante tantos años reacia a la implantación de cambios. ¿Por qué cambiar algo que funciona y que está en constante expansión? Eso deben de pensar los tradicionalistas en su afán por preservar ‘su’ competición y evitar una globalización en la cual tanto el deporte europeo como el estadounidense se pueden retroalimentar mutuamente.
Volviendo de nuevo a la Copa NBA, pienso que se trata de una maniobra de cambio diferente que no tiene cabida en un modelo tan poco flexible como el norteamericano. Para los estadounidenses el concepto de torneo eliminatorio está ligado al deporte universitario, donde la NCAA es la asociación encargada de gestionarlo y organizarlo anualmente en varias disciplinas. Además, las competiciones universitarias tienen una importancia que no es equiparable a las europeas. De acuerdo a una encuesta realizada por Harris Poll en 2014, el deporte favorito del 14% de la población son el fútbol americano y el baloncesto universitario. Una cifra bastante alta que pone de relieve la importancia del mismo.
Teniendo en cuenta que este formato ya está arraigado al deporte universitario en Estados Unidos, asentarlo de una manera u otra en la NBA supondría una redundancia peligrosa que convertiría este nuevo torneo en una pachanga sin importancia para cada inicio de temporada. Y eso es lo peor que le puede pasar a un torneo novedoso: no contar con la aceptación inicial correspondiente del aficionado que te da de comer todas las noches acudiendo a los pabellones y canchas del país a ver los partidos de baloncesto. Sin ir más lejos, el mismísimo Adam Silver, comisionado de la NBA, no parece tener segura la viabilidad de esta nueva copa. “Los tradicionalistas dicen que a nadie le importará el nuevo trofeo porque no es una tradición, pero nuestro trabajo como organización es crear tradiciones”, aseguró Adam Silver hace unos meses en relación a este tema. Reto complicado el que tiene por delante.
En cambio, el resto de cambios sí que son más aclamados por la opinión popular. La posibilidad de que el noveno y décimo clasificado de cada conferencia tengan posibilidades de entrar a playoffs hasta el último momento creo que es un aliciente añadido que va a refrescar el final de la temporada regular, al igual que la posibilidad de ver en las finales a dos equipos de la misma conferencia. La reducción de partidos en el calendario es otro de los deberes más importantes de la NBA, ya que las estrellas cada vez se ven más obligadas a perderse partidos por mantenerse en buena forma física.
Aun así, ¿cómo pretende la NBA aligerar un calendario de 82 partidos colocando otra competición como la Copa? Resulta ser una propuesta desafortunada, que además de no tener efecto práctico a la hora de reducir los partidos, tiene el último fin de acabar con una competición que lo más maravilloso y mágico que tiene es su historia, tradición e idiosincrasia. Por lo tanto, no rompamos el paradigma de orden actual que está llevando a la NBA a ser la competición del mundo con mayor evolución, expansión y globalización de los últimos años.


0 comentarios:
Publicar un comentario